Asarco, empresa fundidora ubicada en Ciudad Juárez, Chihuahua, contaminó cielos y aguas de Ciudad Juárez y El Paso con la complicidad de organizaciones de México y Estados Unidos con el derrumbe de las torres, aun después de unos años después del cierre. Por ello los habitantes de ambos lados de la frontera lo vieron como un "monumento a la deshumanización y a la barbarie".
¿Cuál fue la causa?
La principal causa de que estas torres fueron derribadas fue por el hecho de que la empresa cerró sus operaciones en el lugar por no haber podido responder a los problemas de contaminación que causó tanto en Estados Unidos como en México, específicamente en Ciudad Juárez.
Asarco se encontraba a menos de 100 metros de la línea de demarcación entre México y Estados Unidos, en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua. Fue fundada en 1899, y en 1999 Grupo México adquirió la fundición, pero en 2005 se declaró en quiebra. La empresa se vio envuelta en una serie de conflictos sociales, principalmente en torno al tema de la contaminación por plomo, zinc y arsénico que provocaban en ambos lados de la frontera.
Al respecto, organizaciones de la sociedad civil de Ciudad Juárez y El Paso se oponían al derribo de las torres de Asarco sin precisar el impacto ambiental que tendría en ambos lados de la frontera. El grupo, que incluía a ex empleados de Asarco, ambientalistas, científicos y la organización "Save the Stacks", explicó que la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) no implementó un proceso transparente para limpiar el medio ambiente.
Carlos Rodríguez, ex trabajador de Asarco y A.W.A.R.E. de El Paso, dijo que las instalaciones de la antigua fundición, incluidas ambas torres, estaban llenas de productos químicos tóxicos. Aseguró que en diez años se eliminaron más de cinco mil toneladas de venenos químicos sobrantes de las operaciones militares.
Al respecto, un estudio de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez determinó que la contaminación provocada por ASARCO provocó problemas de aprendizaje en los niños mexicanos, principalmente de las inmediaciones de la fundición a parte de que los habitantes, sobre todo los niños presentaron niveles de plomo bastante elevados en la sangre por arriba de los niveles permitidos.
A pesar de todo el daño causado en la zona, los habitantes no querían que las torres fueran derribadas por el simple hecho de que ellos querían que las estructuras fueran símbolo y conciencia de lo que no debe de suceder ni repetirse en cualquier comunidad del mundo.
Estos problemas no existieran si el ministerio de salud estuviera mas al pendiente y los dueños de las empresas tuvieran un poco de empatía al pensar en el daño que le hacen a los seres humanos con los químicos que trabajan.
ResponderEliminarMe llama mucho la atención que las personas a pesar del daño, no querían el derrumbe de estas torres.
Así es, mientras no sean ellos los más afectados no les interesa si hay personas enfermandose o incluso muriendo por la magnitud del problema.
ResponderEliminarAl final no los tomaron en cuenta respecto al derribe de las torres y lo hicieron de todos modos, causando aún mas problemas en la zona.
Es una lastima que no se tenga empatía por las personas que vivían alrededor de esa empresa.
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